Los limones son una fruta muy versátil, y a pesar de su pequeño tamaño, pueden utilizarse en una gran variedad de platos, tanto para dar sabor como para adornar; además, incluyen una gran variedad de minerales y vitaminas que son necesarios para el cuerpo humano.
El aspecto más intrigante de este cítrico es que puede utilizarse como aderezo de ensaladas, para complementar milanesas, pescado, pollo, cerdo o cordero; también puede encontrarse en el mate, el té con miel, un agradable zumo de verano o como acompañamiento de una bebida. Los limones, en resumen, están constantemente disponibles y son una fuente natural de vitamina C.
Pero ¿qué hacer con un limón que pesa más de un kilo? Esta es una pregunta que puede abordarse de diversas maneras. Una pastelera podría explicar que utilizaría su cáscara y su zumo para hacer dulces y adornarlos, citando como ejemplo el fuerte sabor que confiere a una tarta de limón.
El limonero, que nació «guacho» -como se conoce a una planta que nace y crece sin haber sido cultivada previamente- lleva varios años creciendo en el patio de la casa, a pesar de que nadie lo plantó allí. Se cree que brotó de una semilla arrojada allí por un pájaro.
La cosecha de limones de este año ha sido abundante, produciendo 30 limones, entre ellos éste, que es el único de su clase en cuanto a tamaño y peso.