La piña es una de las frutas más populares del mundo culinario. Procede de una planta que sólo produce frutos cada tres años, produciendo una única y deliciosa fruta que puede comerse como postre o utilizarse en una gran variedad de platos.
Además, esta fruta se ha relacionado con las dietas, pero la realidad es que es una buena comida para consumir a mediodía, como tentempié a media tarde, o incluso como postre. La piña puede estar disponible en el mercado todo el año debido a su origen.
Para empezar, la piña es una fruta que sólo puede madurar adecuadamente en la planta, lo que repercute de forma directa en su composición, ya que su contenido en azúcares y componentes activos se duplica en las últimas semanas de maduración. Las frutas recogidas prematuramente, de hecho, son ácidas y carecen de nutrientes.
La vitamina C, el yodo, los ácidos orgánicos y la bromelina son algunos de los nutrientes y otros componentes. Cuando está completamente madura, por ejemplo, tiene aproximadamente un 11% de carbohidratos pero un 86% de agua, lo que proporciona 50 calorías por cada 100 gramos de producto comestible.
La piña, por su parte, destaca por ser una fuente elevada de vitamina C, una vitamina que ayuda a la defensa celular contra el daño oxidativo, es decir, tiene una gran capacidad antioxidante. Contiene 20 miligramos de esta vitamina por cada 100 gramos de producto comestible.
También contiene yodo, un mineral que ayuda al buen funcionamiento de la tiroides al contribuir a un adecuado metabolismo energético y a la síntesis tiroidea. El yodo se encuentra en una concentración de 30 mg por cada 100 gramos. Hay mucho más potasio, con 250 mg por la misma cantidad.
Añade que esta fruta contiene la enzima bromelina, que facilita la digestión, por ejemplo, cuando se sirve piña como postre después de una comida que contiene proteínas. Por último, subraya que la ración sugerida es de 3/4 de taza, y que puede ser alergénica en ciertos casos; consulta a tu médico antes de consumirla regularmente.