La admisión de la moción de destitución de la presidencia presentada por Forza Popular, la formación que apoya al ex dictador Alberto Fujimori, al conservador Avanza País y a la fuerza de extrema derecha Renovación Popular, fue debatida ayer en el Congreso de Perú. En el momento de esta edición, la votación aún no ha tenido lugar.
Para que la moción contra el presidente Pedro Castillo sea aceptada para su trámite, se necesitarían 52 votos en el Congreso peruano, en caso de que los 130 legisladores estén presentes. Posteriormente, para que la remoción surta efecto, tendría que contar con el apoyo de 87 votos en la Cámara.
Las fuerzas que impulsaron el proceso suman apenas 43 escaños, por lo que hicieron un llamado a otros partidos para que apoyen una propuesta que el gobierno peruano califica como «un pretexto» de la oposición para su derrota en las elecciones presidenciales, dijo el ministro de Justicia, Hannibal Torres. quien lo proclamó un intento de «golpe de Estado».
Además, Torres anunció durante el fin de semana que si la moción tiene éxito, apelarán a la Corte Constitucional, con el argumento de que Castillo no tiene una investigación pendiente para sustentar la moción.
El mandatario ha mantenido reuniones en los últimos días con diversos actores sociales y partidos políticos. Aunque habían anunciado que no asistirían a ninguna de las tres formaciones que pretendían el despido, finalmente Avanza País sí asistió. Sin embargo, en el encuentro acusaron a la vicepresidenta tercera del Congreso, Patricia Chirino, de presentar la moción a expensas del resto de dirigentes.
A pesar de la advertencia de que podría ser expulsada por la decisión, Avanza País terminó defendiendo la admisión de la moción para terminar el mandato de Castillo.
En teoría, el presidente contaba con el apoyo de los grupos no conservadores más representados en el Congreso, como Acción Popular y Alianza para el Progreso, así como Perú Libre, por lo que se presentó a las elecciones. Sin embargo, voceros de diversas fuerzas advirtieron de la posibilidad de que disidentes dentro de estos escaños permitieran que el derecho llegara a 52 simpatizantes y continuara con el trámite parlamentario.
La posibilidad de que la legislatura ponga fin al mandato presidencial es en parte responsable de la inestabilidad política que se ha vivido en el país en los últimos años hasta la llegada de Castillo.
El expresidente Pedro Pablo Kuczynski casi fue derrocado y Martín Vizcarra, dos de los cuatrel presidentes del territorio entre 2016 y 2021, casi fue derrocado.